La rubia reitera que nunca hubo nada en “saliditas” con su ex esposo y saluda que esté con Vanessa Terkes.
Gisela Valcárcel cumplió 24 años de carrera artística, el último viernes, tiempo en el que se ganó el título de “La reina del mediodía”. Cultivó su intelecto, creció como empresaria, debutó como abuela, se casó y divorció dos veces y, aunque ahora no tiene un compañero al lado -como muchos desean-, asegura que es plenamente feliz porque tiene a Dios a su lado.
Por esta razón, la rubia no se desespera en tener pareja y reitera que la hizo muy feliz saber que su ex, Roberto Martínez, esté enamorado de Vanessa Terkes, pues así quedan atrás las especulaciones que se tejieron sobre una posible reconciliación.
La semana pasada celebraste en el programa 24 años de la televisión, ¿piensas dejar este medio y dedicarte solo a producir?
Para mí, son los primeros 24 años. Creo que vendrán 30, 40, el tiempo que Dios me lo permita y le agradezco a Él y al público por dejarme hacer lo que me gusta. Yo no nací para otra cosa, solo para estar en televisión.
Sin embargo, “El gran show” acaba este año…
Sí, han sido cuatro años de llevar entretenimiento al público y ahora vamos a buscar otras cosas con la premisa siempre de divertir a la familia.
¿La secuencia de “El desafío” podría convertirse en el 2012 en un nuevo espacio de ayuda social?
Por ahora no, pero será Dios quien me guíe y tomar la decisión para el año que viene.
¿Continuarás en América?, ¿ya renovaste contrato?
Seguiré en América, pero aún no he renovado contrato. Hace dos semanas conversé con Eric (Jurgensen, gerente de América Televisión) y nuestra palabra es como un compromiso.
¿Piensas tomar vacaciones?
Sí, para que el público descanse de mí, pero no será mucho tiempo. Viajaré la segunda quincena de enero y, luego, seguiré trabajando.
Hace dos semanas comentaste que tu encuentro con Dios hizo que pudieras declararle a las cámaras de Magaly, ¿el encuentro entre ustedes, se dará algún día?
Supongo que sí, lo importante aquí es que ya no nos sacamos los ojos y yo entendí que “la comadre”, como periodista, puede criticarme.
Así como se ha dado este acercamiento con Magaly, ¿podría darse con Tula Rodríguez?
No es un tema que debiera tocar. Creo que es un chismorreo, no es algo que la gente se pregunte.
Ayer Magaly casó a sus papás después de 50 años de estar juntos, ¿te gustaría tener una unión así?
Felicito a Magaly y a sus padres por esa unión. En cuanto a mí, prometí que cuando me vean con alguien esta vez será para siempre, pero todo se dará en el momento que Dios lo disponga.
Sin embargo, la gente te quiere ver con pareja.
Sí, pero también debo decir la verdad y es que estoy bien sola y que tengo a quien dirija mi vida. Ya lo demás, es lo demás.
Sin embargo, en el programa, a veces coqueteas…
Es que soy así, alegre, divertida. Me gusta hacer reír al público y si alguien me abraza, pongo mirada de: ¡hey¡ ¿qué pasa? y ese es el lado humano que debo reforzar, pero luego tengo una vida que es otra cuando me quito ese vestido. Soy más tranquila. Al aire siempre voy a ser divertida y, si eso para algunos es un poco de coquetería, por qué no la voy a tener.
Pero siempre te recuerdan a Roberto en las calles.
Me dicen de todo. No solo “salúdame a Roberto”, me han dicho “salúdame a Magaly”, a Laura Bozzo, porque es la forma cariñosa de hacerme una broma, porque los peruanos somos criollos. Ahora los saludos a Roberto no se los puedo dar, porque casi ni lo veo y ahora menos que tiene una relación con Vanessa (Terkes).
Claro, ahora tiene menos tiempo…
No te creas. Al estar con Vanessa se hace mejor, porque así él y yo podemos conversar y ya no hay cámaras que nos estén siguiendo, porque es algo a lo que te acostumbras (que las cámaras la sigan), pero es incómodo. Ahora que está con Vanessa, si nos encontramos, genial y podemos conversar sin que se den especulaciones.
Muchos pensaban que habría reconciliación…
Pero nunca hubo nada de nada.
¿Ni como mujer se te despertó la ilusión?
Hace cuatro años y medio que no he salido con nadie, ni me he ilusionado con nadie y aunque muchos digan que es mucho tiempo, para mí ha pasado rápido. Estoy tranquila. Yo lo dije: no tengo ni voy a tener nada con él. Ya llegará, si llega.
¿Vas a inaugurar un nuevo Spa?
Será este miércoles, “Amarige” lo gerencia Ethel (su hija) y hace poco me llevó al local que tiene mil 200 metros cuadrados y es un ensueño.
El orgullo te desborda…
Más que orgullo es mi agradecimiento a Dios por dármela con esa claridad para crecer en ese aspecto, y por convertirme en abuela de mis dos amores, Doménica y Luana.
Fuente: Diario Trome
