La modelo Naomi Campbell comparecerá este jueves ante el Tribunal Especial para Sierra Leona (TESL), para declarar, en calidad de testigo en el juicio contra el ex dictador Charles Taylor, quien hace 13 años le regalara, supuestamente, un diamante a la británica.
Sin embargo, aún no se sabe si su declaración ante el tribunal para crímenes de guerra en La Haya contribuirá efectivamente a poner tras las rejas para siempre al ex dictador de 62 años.
La esperanza de la fiscal estadounidense Brenda Hollis podría estallar “como una pompa de jabón”, ya que Campbell no sería la primera testigo en el proceso contra Taylor que tiene miedo.
Incluso en prisión preventiva, el ex señor de la guerra sigue teniendo, al parecer, gran cantidad de seguidores. Además, si Campbell confesara que recibió un diamante de Taylor, eso podría afectar su carrera, afirma la agencia de noticias DPA.
Quizá Campbell sólo repita lo que declaró en abril en un estudio del canal estadounidense ABC: “No recibí ningún diamante”. Cuando la periodista repreguntó, Campbell salió raudamente del estudio, no sin antes pegarle un golpe a la cámara.
La localidad cerca de La Haya donde ocurre el juicio contra Taylor, en la antigua central del servicio secreto holandés, se llama Leidschendam. Lo que se habla allí ya fue llevado al cine por Hollywood en 2006.
La película Diamante de sangre, con Leonardo DiCaprio y Jennifer Connelly, retrataba con crudeza la guerra civil en Sierra Leona que causó la muerte de más de 120 mil personas entre 1991 y 2002.
El Frente Revolucionario Unido (RUF) del compinche de Taylor, Foday Sankoh, para financiar su lucha por el poder en el país, rico en materias primas, vendía diamantes obtenidos mediante el trabajo esclavo.
En ese entonces, Taylor era presidente del país vecino, Liberia. Al parecer, dirigió los asesinatos del RUF, lo proveyó con armas y cobró cientos de millones de dólares por los diamantes.
El acusado lo niega: “Nunca recibí diamantes, ni en frascos de mayonesa ni de café”. La fiscal cree que si Campbell confiesa haber recibido un diamante de sangre de su parte, sería una evidencia aplastante.
Para citarla, Hollis se basó en las declaraciones de la actriz estadounidense Mia Farrow y la ex agente de relaciones públicas de la modelo, Carole White, que dijeron que Campbell les habló acerca del diamante.
White incluso dice haberlo visto, según contó al diario londinense Daily Mail no era sólo un diamante, eran seis diamantes pequeños, sin pulir.
El escenario de la historia fue Ciudad del Cabo. Una noche de septiembre de 1997, el presidente sudafricano Nelson Mandela invitó a varios famosos para una cena de caridad, entre ellos la estrella del cricket Imran Khan, el arzobispo Desmond Tutu, y el productor de Michael Jackson, Quincy Jones.
Las fotografías muestran a Campbell al lado de Taylor, quien, según White, flirteaba con ella. Al parecer, esa misma noche, los guardaespaldas de Taylor tocaron a la puerta de Campbell y le dieron el regalo.
Según dijo White a los investigadores del tribunal, Campbell regaló los diamantes a la fundación de Nelson Mandela Children´s Fund, afirmó White. El Daily Mail preguntó en la organización de ayuda, que respondió que jamás había recibido diamantes de la señora Campbell.
